¡Falangistas con la clase obrera y contra la dictadura del capital!
¡Viva la clase obrera!
¡Arriba España!
¡Viva la Revolución Nacional Sindicalista!
"Ojalá Fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia". - JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
"Los nacionales echarán a España al abismo". - JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
"Es inútil contar con los generales en activo. Son unos "gallinas"; y Franco el "gallina" mayor". - JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA
“Hay hoy en España dos cosas inesquivables, dos angustias, a las que hay que dar expansión histórica gigantesca. Una, estirpar la poquedad actual de España, dar a los españoles una Patria fuerte y liberadora. Otra, satisfacer los anhelos de justicia de la gran mayoría de la población, que vive una existencia difícil y encogida, muchas veces miserable (ahora salvando la distancias). Estos dos son imperativos de tal relieve, que su logro debe estar por encima de todo, presidiendo la empresa revolucionaria de los españoles, tras su grandeza y liberación. Y para darles cara se pisotea todo lo que haya que pisotear, desde la ordenación económica vigente hasta el tipo de vida melindroso y chato de las actuales clases directoras.Las palabras valen poco. Si esa empresa requiere que se verifique al grito de ¡Abajo el fascismo!, pues a ello”. - RAMIRO LEDESMA RAMOS
“Júzguese lo difícil y delicado de una revolución como la fascista de Mussolini, que habiendo sido hecha en gran parte contra la conciencia proletaria, mantenida fiel al marxismo, tenía, sin embargo, que realizar la misión histórica de elevar a la clase proletaria al mismo nivel de influencia que los actuales grupos dominantes de la burguesía.
Por su propio origen, por ese carácter suyo de haber tenido que batirse contra una de las fuerzas motrices evidentes de la subversión moderna a que asistimos, el fascismo se resiente y quizá —o sin quizá— se rezaga en el cumplimiento de aquella misión histórica. Ha machacado, en efecto, las instituciones políticas de la burguesía, y ha dotado a los proletarios de una moral nueva y de un optimismo político, proveniente de haber desaparecido las oligarquías antiguas; pero, ¿ha machacado asimismo o debilitado siquiera las grandes fortalezas del capital financiero, de la alta burguesía industrial y de los terratenientes, en beneficio de la economía general de todo el pueblo? Y además, ¿va realmente haciendo posible la eliminación del sistema capitalista y basando cada día más el régimen en los intereses económicos de las grandes masas? No parece suficiente que los obreros formen en la milicia fascista y participen en la misma medida que otras clases en el sostenimiento político del Estado, si a la vez que eso no adopta el Estado fascista la creencia de que es, precisamente, elevando el nivel económico de los trabajadores como se fortalece de hecho la potencia verdadera del Estado italiano.
Fácilmente se adivinan los peligros de que resulte a la postre en ese aspecto fallida la revolución. Claro que eso no quitaría al fascismo el carácter que ya tiene, pero sí evidenciaría su fracaso histórico, su carácter de cosa inacabada, de tentativa, de conato. Su marcha sobre Roma recordaría entonces más a la marcha sobre Roma de Sila que a la de Julio César, y su etapa de mando más a un período conservador y regresista que a uno revolucionario y fértil”. - RAMIRO LEDESMA RAMOS
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